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Ética BDSM para Vainillas

13 de agosto 2020

Por: Ale Struck


Activista LGBTTTI y por los derechos a la educación para jóvenes. Colaboradorx de Musas de Metal desde hace 8 años. Drx. Filósofía por la UNAM. Persona no binaria, Pansexual, Poliamorosa, BDSM, Nudista y Vegetariana. Docente a nivel superior y medio superior desde hace 2 décadas.


¿Qué es el BDSM? Expresare principalmente lo que aprendí en los cursos básicos como estudiante en Calabozo México. Normalmente cunando escuchamos estas palabras las asociamos a un conjunto de prácticas del sado-masoquismo, pero es más que eso, conlleva toda una historia que reúne prácticas/juegos/actividades lúdicas que se llevan a cabo en una puesta en escena, porque en estos juegos se asumen roles, como los papeles de las actrices en las obras de teatro; encontramos antecedentes de estas prácticas desde tiempos milenarios en diferentes culturas, para comprender que significa el BDSM, debemos dividirlo en 3 pares de letras:


BD = Donde la “B” hace referencia al Bondage que podemos traducir como el arte de los amarres, y en la cultura japonesa como Shibari, que contrariamente a lo que se piensa los amarres no deben de lastimar, porque al hacerlo impedirían el flujo sanguíneo y pondrían en peligro la vida; y la “D” que refiere a la disciplina, que tiene que ver con un conjunto de normas a cumplir, que dirigen el juego entre los participantes.


DS = Aquí la D, refiere al rol de Dominación, de aquella persona que da las ordenes, y la “S” a la sumisión, que refiere al rol de aquella persona que sigue las órdenes.


SM = La “S” en este par, refiere a la persona Sádica, que genera dolor en otra persona y que goza al infringirlo; en contraposición la “M” refiere a la persona Masoquista, aquella persona que se dispone a recibir dolor, y que goza al recibirlo.



Pero además existen roles intermedios, en los pares “DS” y “SM”, que hacen referencia a personas que pueden cambiar su rol de juego, entre una sesión y otra, se les llama “Switch”/Interruptor, mientras a las personas que pueden cambiar en durante la misma sesión se les llama rol fluido, puedo explicar con detalle de cada pareja de letras, pero para ello necesitaría más extensión, inclusive se podría hacer un libro entero de cada par. Ahora las personas Vainilla son aquellas que no practican el BDSM, ya sea porque no lo conocen, no les gusta o no quieren practicarlo.


Más en este escrito lo que nos interesa es la Ética BDSM, primero sostendré que NO se le debe llamar BDSM a las prácticas que no conlleven una ética, por que no son prácticas cuya finalidad principal consista en hacer daño, es más se debe intentar evitar todo daño irreversible, la finalidad principal es el mutuo goce de los participantes; el protocolo básico del BDSM es SSCP, es decir, Seguro, Sensato, Consensuado y Placentero, pero este protocolo se puede extender se cualquier relación humana:


Seguro: significa que no ponga el peligro nuestra vida, nuestra integridad física y emocional, en toda relación buscamos la sensación de seguridad, sentirla es parte de confiar en alguien, brindarla es parte de cuidar tanto de las personas participantes, como de la relación que se establece entre ellas.


Sensato: lo sensato tiene que ver con aquello que es posible y que se encuentra acorde a la relación, varía de relación a relación, según los límites y las capacidades de cada una de las personas participantes y según los acuerdos establecidos en cada relación. Lo sensato también varía conforma a los contextos y las culturas, desnudarse en la intimidad frente a la pareja o en una playa nudista puede ser sensato, pero hacerlo en una estación de metro en la hora pico no. Claro que esta exigencia es algo que esperamos en toda relación, inclusive una relación vainilla.


Consensuado: es decir que todo lo que se haga, se establece con un consenso previo, pueden existir acuerdos y hasta meta-acuerdos, es decir la forma en que vamos a reaccionar si un acuerdo no es respetado, puede que no guardar la pasta de dientes de forma adecuada, sólo requiera una llamada de atención o una penalidad menor, como hacer el desayuno, pagar el cine, o los tragos, mientras que romper con otros acuerdos puede implicar revisar la relación o darla por terminada. En el BDSM los consensos se hacen en situación de igualdad antes de las sesiones de juego, para evitar abusos y malos entendidos, los acuerdos se refirman en la sesión mediante la comunicación constante; cualquier acuerdo puede ser roto en cualquier momento si una de las partes ya no está de acuerdo y se niega a participar en alguna actividad, la posibilidad de decir “No” está latente en todo momento. Los Consensos, la Buena comunicación y la posibilidad de decir no deben estar en toda relación humana entre personas adultas, puede ser que a veces frente a un hijo o frente a una persona en estado de inconciencia tengamos que decidir, por ejemplo a un hijo, menor de edad no le dar permiso de salir a la calle de noche sin suéter en un barrio peligroso, por que se pone en peligro su vida y su salud; frente a una persona en estado de coma, los familiares a veces tendrán que elegir con el médico la mejor opción para su recuperación.



Krystal de Sade

Placentero: Esta letra la añadió al protocolo del BDSM, Gabriela Merlos/Krystal; Las relaciones de amistad y de vínculos eróticos-afectivos, son para gozarse, el dolor se puede gozar, pero también existen placeres sin dolor. Si una relación de amistad o erótica-afectiva no brinda posibilidad de felicidad y goce deja de tener sentido, puede ser que tenga sentido más allá del goce mantener la amistad a una persona por la admiración que le tenemos y porque consideramos nuestra relación como algo valiosa por sí misma, pero aún ahí una relación tóxica que no procura bienestar o goce, que genera daño, debe ser evaluada y debe considerarse si es necesario terminarla por el bienestar de todas las partes.


Además del protocolo SSCP, en el BDSM existen límites, suaves y duros. Imaginemos dos círculos concéntricos. El círculo interno refiere a los límites duros, resguarda en su interior los mínimos, aquello que no estamos dispuestos a negociar en ninguna relación, por que nos es indispensable y no podemos concebir una relación sin ello; el circulo externo refiere los límites suaves aquello que estamos dispuestas a negociar según las circunstancias, resguardan aquello que consideramos importante pero no esencial; tal vez en un juego, a mi no me gustan los juegos con electricidad, pero puedo negociar y ceder a cambio de obtener o poder hacer otra cosa, por ejemplo, “acepto los toques eléctricos pero sólo de cierta intensidad y en ciertas partes, además por cada toque que me des tengo derecho a darte una mordida”, en una relación vainilla, puede ser, “no me gusta escuchar música de banda” pero te acompaño al concierto si tu me acompañas a un museo”; Jaime Gama, psicólogo y administrador del grupo “Polygays” afirma que los límites deben ser claros, referir a cosas concretas, no pueden referir a algo que no se pueda realizar ni tenga la posibilidad de verificarse, es decir no puedo prohibirle alguien que tenga pensamientos eróticos en otra persona, pero si puedo establecer como parte de los acuerdos de la relación, la exclusividad sexual; la cuestión es ¿Esa prohibición o exigencia realmente es esencial para mí? Puede ser que lo que me molesta de una persona no es que coma ajo, sino que huela a ajo, entonces puedo acordar, que límite su consumo cuando me visite a mí.



Los límites son necesarios en toda relación, pero también la buena comunicación, decir que nos gusta, como nos gusta, como no nos gusta, que definitivamente no nos gusta y que nos gustaría hacer o recibir, esto permite elaborar una lista de juego, una lista de que nos gustaría hacer en nuestro encuentro, lista que no necesariamente tiene que ser BDSM, puede ser muy vainilla, como el simple recibir o dar un masaje, de hecho las hacemos, por ejemplo en una cita, quedamos en ir al cine y después en cenar, en un viaje a veces se planea el recorrido y las actividades a realizar en un trabajo también y la persona empleada puede expresar que esa actividad no le corresponde hacerla a ella.



En las sesiones de juego también se usan palabras clave o un semáforo, donde verde es sigue, amarillo, disminuye la intensidad, rojo cambia, has otra cosa, negro, dejamos de jugar, no necesariamente por que te excediste, tal vez porque una emergencia se presentó, como “hay que apagar la olla de los frijoles”, pero si el semáforo se transfiriera a nuestras relaciones cotidianas podía mejorarlas, decirle a alguien, “me gustó al inicio, pero después fue demasiado cursi e intenso para mí” ese detalle podría salvar muchas relaciones, yo en lo personal añadiría, nunca atacar directamente a la persona, sino más bien expresar como te sientes, además también le agregaría la táctica diplomática del sanwich/emparedado, palmada-castigo/corrección-palmada, al inicio alago, después juicio de como me sentí, y el cierre con un lago; algo así, “yo sé que tienes talento y eres un persona muy valiosa, pero me hiciste sentir mal, podrías corregirlo al hacerlo de nuevo, ser más delicada con tus palabras, yo sé que tú puedes y lo harás mejor”, esta táctica, no es ni buena ni mala en sí, depende como se use, puede ser muy honesta, matizar y mostrar los claro oscuros de una persona o puede ser una tremenda herramienta de manipulación.


La práctica ética del BDSM nos brinda una gran caja de poderosas herramientas para mejorar nuestras relaciones cotidianas, la comunicación, el establecimiento de acuerdos y con ello nuestra calidad de vida, más allá del BDSM.


Bibliografía

Calabozo MX (2020) Blog de Calabozo MX, recuperado el 10 de agosto de [http://www.calabozo.com.mx/?zx=b96784212d8d55af]

MERLOS, Gabriela (2020) Blog de Gabriela Merlos, recuperado el 10 de agosto de [http://www.krystaldesade.com/category/blog/]

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